MIS PROYECCIONES PARA EL 2017 EN BARRANQUILLA
La futurología no existe y menos las clarividencias… como
tampoco los que magnifican a Nostradamus. ¿Pero qué le espera a esta ciudad?
1. Tendremos la misma prensa proclive y cabecigacha, con @Elheraldoco de
estandarte, seguida por @LaLiberCHAR… Ellos
se encargarán de digestar las noticias y ofrecértelas de tal forma que sigas
creyendo que esta ciudad crece y florece, sin miramientos inatajables. Lo
importante no es dañarle la gesta y la fiesta al mandatario de turno. No
publicarán nada trascendente del escándalo de Odebretch y menos, insinuar que
en las próximas elecciones no hay compra de votos. Serán los mismos panfletos
desinformativos que saldrán a desfilar luego con noticiábulos tardíos…
2. Seguirán los mismos opinadores aletargados y somnolientes…
Ellos, con un denuedo inusitado derramarán tintas negras llenas de sangre
pútrida, para sostener el Status Quo y hacer caso omiso, de la debacle social
en la que se bate esta ciudad de Dios. El Reno, con su galope incipiente
desdeñará sobre arquitectura y espacio urbano, obviando por supuesto sobre los
lagos terrígenos del “Bizne”… Horacio El Patricio, hará trémula alharaca y
luego se silenciará en subrepticio para “limosnear” cojones etéreos… En fin,
Humberto de forma desaliñada, habrá de asirse de su cabeza para buscar temas y
no raspar a los “Intocables”. Nadie criticará a Vargas Lleras… Nadie…
3. Todo será cemento y concreto… No habrá cera… Será
cemento, concreto y varilla (“varilla”
para quien los contradiga). Ese será el progreso… Ni asistencia a las
infancias, ni compasión, ni ayuda a los ancianos y menos educación. Menos seguridad
u otros menesteres. Claro, eso no genera dádivas como tampoco emolumentos
en los cuales se puedan “apalancar”.
4. Mientras Germán Vargas apaleará a Raimundo y todo el
mundo, aquí será recibido con alfombras rojas… sí, en plural… En la Alcaldía y
en la Gobernación… será un connotado visitante, característico por la asiduidad
de su frecuencia y dueño de su porte altivo e hijueputoso. Ocupará tarima de
Carnaval y las cumbiambas destellarán a su nombre. Fumará, se emborrachará…
Fumará varilla y se emborrachará con whisky guajiro.
5. Los indicadores sociales pasarán tercerizados… Ni
siquiera en segunda instancia. Los ancianos tendrán sus pieles más cuarteadas e
insoladas. Ni en bendición de Dios, ni en La Chinita, ni en la Luz habrán
partidas presupuestales para el mejoramiento de las “perfumadas” aguas de alcantarilla.
Lo social es subyúdice al cemento, al concreto y a la varilla…
6. Se buscará un distintivo de Región Caribe, unas ganas de
mirar al más allá pero que va! Nuestros insignes palabreros de saco y corbata,
no podrán ni aspirarán a mirar más allá de lo que le permite un viaje en avión
a la “sábana” bogotana. No hay duda que la mermelada manda. Cada departamento
buscará formar su toldo aparte. La sincronización de propósitos no existe ni
existirá. Seguir adorando las montañas y darle la espalda al amable y rutilante
Mar caribe será el pregón, que al unísono será cantado por “Ellos” y nada más
que “Ellos”, bajo la batuta trémula de un paramuno deshilachado.
7. A los caños le seguiremos dando las espaldas, muy a pesar
de haber sido nuestras aperturas históricas. Ellos serán testigo de una inversión
social que reversará en gastos controvertibles, en cuantías ficticias y en signos
evidentes de la dejadez por los cuerpos de agua. Primará la tesis, que los
caños, como en años aciagos, serán los depositarios de toda la maldad, el dolor
y los partos diarreicos y escatológicos.
8. El río será importante mientras lo draguen y sea vía de
acceso hasta los puertos. El Magdalena tendrá cambios oprobiosos en sus
orillas. Unos llorarán y otros saltarán de alegría. Con el pasar de los años,
nos daremos cuenta de todo el error mundano y obsecuente de localizar esas
logísticas en contravía del devenir y la extensión del “Karakalí”, como lo
llamaban nuestros ancestros primigenios.
9. Yo continuaré andando en cicla. Muchos de Ustedes,
quienes me conocen y me han visto, sentirán envidia cuando raudo los sobrepase
camino a mi trabajo. Los trancones serán inatajables, inmarcesibles… Se estremecerá
la ciudad por el aumento de la sensación de calor, se tornará más inapreciable…
Claro, el alcalde impondrá el Pico y Placa a todos los vehículos particulares.
Claro… Por supuesto… Impajaritable…
10. Dos o más fracturas de piel aparecerán con más
frecuencia en el entrecejo de las Barranquilleras y de los Barranquilleros. Ya
no será tan plácido como años atrás. Más Valorización, más Predial, otro
impuesto inventado y con el correr de los días, experimentaremos la dureza de
vivir con un alcalde que vocinglerará promesas a los cuatro vientos, para
nosotros… Pero no… Serán para Él y su súper familia. Eso es justicia social
estimados… Eso es lo que es…
Hagamos una reflexión a la vera del camino… Quizá el
reverbero de ser nosotros mismos esté a la vuelta de la esquina pero no trabajando
sin recibir nada a cambio… Barranquilla no será nunca la misma mientras estemos
supeditados a estas clases de propuestas, mientras los periódicos no le den
voces a los del sur. Es imposible seguir escondiendo la calamidad social en la
que se debate esta ciudad a punta de recitaciones y perjurios. Es increíble que
se trate con tanto desdén, las repercusiones que tienen los niveles de
inseguridad en esta ciudad con tanta gente inerme.
Es bueno el cilantro pero no tanto… La Charuez mas bien ha
traído más problemas que soluciones y una ciudad no se puede planificar
pensando en el desarrollo de las droguerías y de las supertiendas.
Víctor Hugo Marenco Boekhoudt
@VictorMarenco
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