lunes, 26 de abril de 2021

EL COVID 19 EN EL LARGO PLAZO (VACUNAS)

Como el ministro de salud de Colombia, sigue llamando la inmunidad colectiva como de rebaño, mejor no sigamos haciéndole caso y remitámonos más bien a lo venidero. Con base en las interacciones del sistema inmunológico, la sociedad y el virus, se dan pautas para la proyección y desarrollo de las diferentes clases de vacunas. Las mismas están destinadas a bloquear, desconectar o aniquilar el coronavirus ya se encuentre el mismo, en etapas invasivas o dentro de las células receptoras. Los anticuerpos son organismos celulares extensivos que están en capacidad de conectar y desconectar los virus y sus cepas, quitándole de esta forma, su capacidad de infección. Ellos no hacen reconocimientos sino que son como una especie de llaves maestras, que desarman o arman ya sea a los virus o las células inafectadas, determinando sus capacidades defensivas u ofensivas. Repasemos someramente las alternativas existentes:

VACUNAS VECTORIALES: Son virus (o adenovirus) en el cual se inserta un pedazo sustancial del coronavirus a atacar, de forma tal que se conforme una imitación del objetivo y active las defensas del sistema inmunológico. Aquí se integran la Astrazeneca y la Sputnik V. VACUNAS RIBONUCLEÍCAS: Son moléculas o proteínas del virus objetivo (es decir, el Covid-Sars-2) que entran en las células y generan la excitación del sistema inmunológico tanto interno como externo. Aquí están la Pfizer, Moderna y la Johnson & Johnson. VACUNAS DIRECTAS: Son aquellas que actúan directamente sobre el virus, lo desintegran o inhiben con base en catalizadores químicos. Aquí se integran las chinas (Sinovac, Sinofarm) y la Covivac. VACUNAS DISFRAZADAS: Son las que componen una ambientación irritante que impide la difusión del virus, al crear un medio inviable y agresivo sólo para él mismo. (la rusa EpiVacCorona).

Es un hecho y está medido, que los títulos de las defensas del sistema inmune de todos los seres humanos, van en caída a medida que la infección abarca más nuestros ámbitos. Las vacunas han demostrado ser más efectivas cuando engañan al virus que cuando lo ataca directamente. Sé que preguntarán con un porqué, sin embargo, la biología humana se pliega ante estos exabruptos aduciendo premuras y soluciones fáciles o sabrosas. Aunque mi reticencia hacia la prensa nacional no tenga nada que ver con las vacunas, más de un puyazo nos ha de dar si las comparamos. A lo menos las vacunas engañan para bien. Goebbels hace rato le indicó la ruta al Tiempo o al Heraldo en esa línea. La problemática reside en que las vectoriales y las ribonucleicas no pueden ser reaplicadas en cortos períodos de tiempo. La razón estriba en que al estar todos “cifrados” por esa opción, no tienen campo de acción y en cierta medida podemos decir, que se “desinteresan” por seguir actuando. Ante este hecho probado, la revacunación con preparados diferentes se hará tan vital como cualquier hecho cumplido en el largo plazo. Esa es la razón del porque la oferta de vacunas variadas, es tan vital como la alta efectividad de algunas u otras. Por eso los rusos manejan tres variantes hasta el momento, ante el advenimiento probable, de cambios y recambios. Los chinos, europeos y gringos manejan dos. ¿Y nosotros?: nada… sólo escuchamos dictados, sugerencias y mandatos como pueriles consumidores de pinchazos.

Clínica General Del Norte en Barranquilla. La gente a la espera... 

Los precios de las vacunas se han convertido en una categoría excluyente y displicente, para los países que no tienen cómo erogar un gasto. A sabiendas de que conocemos las cuitas del acaparamiento (revacunación variada y corta efectividad de la cobertura), no hay otras alternativas a la espera. Tocará armarse de paciencia, defendernos con el aislamiento y presionar para que tengamos más componentes. La logística de la producción ha sido más complicada de lo esperado. Esa lucha ridícula de poner obstáculos a la aprobación de uno u otro producto, no dista en lo absoluto a la discriminación en todas sus índoles y sufrimientos. Miren a Europa occidental para que se mueran de la risa. Urgiremos de muchos más centros de producción: ¿dónde están?. ¿Quién y cómo se coordinará la alternancia de las futuras revacunaciones?. El largo plazo está aquí, a la vuelta de la esquina. Con justa razón y en vista de la mortandad y de un futuro que se puede complicar, somos muchos los que pedimos el levantamiento de las patentes en las vacunas, como expresión del derecho humano a la salud. La revacunación a futuro, marcará el trazado y las directrices para hacerle frente a esta pandemia, en caso de surgir escenarios mucho más complejos.

Sin embargo, lo peor es la reticencia a vacunarse, por parte de una gran porción de la población en varios países. La vacunación por sí sola no alcanzará para librarnos de esta problemática. La profilaxis y las medidas accesorias en su conjunto, ayudarán también a solventar las tribulaciones, como se palpó en situaciones anteriores (léase la viruela, por ejemplo). Dada a una reticencia explícita en Francia, Países Bajos, Rusia y en otros lares, quedará incluida la formal obligación de vacunarse, si viaja al extranjero y nada más… todo está muy crudo aún y los pasaportes vacunales, no tendrán asidero. Más allá del horizonte, la línea se nota borrosa, lúgubre y turbia. Con estos gobernantes locales que nos invitan a cierres los fines de semana, como si el virus saliera de descanso, tenemos pocas alternativas. Elsita se transmutará en la Obispa Primerísima del departamento, el alcalde con su cara de monaguillo nos tocará la campana para irnos a dormir y el de San Carlos, llamará a su patrocinador para que le indique el qué hacer, ahora que estamos sin vacunas. Los periodistuchos empolvados harán una rayuela y saltarán de foto en foto, para así decidir si suben al uno o al otro, en las encuestas que ellos cuecen. Pobre Barranquilla, pobre Colombia… sabemos lo que tenemos y nos importa un rábano. Vaya desesperanza…

 

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

viernes, 23 de abril de 2021

EL VIRUS COVID-SARS-2 Y LO QUE NOS ESPERA

Luego de aparecer en nuestros intramuros, el virus COVID-SARS-2, como científicamente se le conoce, nos doblega y nos cambia la vida en todos sus sentidos. Los gobiernos de todo el mundo reaccionaron de manera diferente al encarar esta problemática: los europeos, liberales y libertinos en todo sentido, le dieron importancia mucho tiempo después, luego de una mortandad insondable, los estadounidenses con Trump a bordo, lo catalogó de chino sin reparar en sus consecuencias cadavéricas. En China se cerraron, se aislaron, lo acorralaron y siguieron creciendo. En Colombia como en Latinoamérica o África, titilamos con las acciones, se nos acaban las vacunas, sembramos nuevas cepas agresivas y a los políticos les importa en lo mínimo sus consecuencias. Los rusos cierran la llave, la abren, inventan vacunas, cargan sus cajones y sacan pecho. No es tiempo de inventariar, pero a lo sumo, si es necesario hacer los balances primigenios. El virus no era tan mortal, pero dejaba muertos… o como las vacunas Astrazeneca, Pfizer o Johnson & Johnson, son buenas y aceptables, aunque maten un poquito. La contabilidad de fallecidos puede pasar de improviso, hasta que le toque a alguien. Lo malo es que aún existe reserva poblacional inafectada para seguir infectándonos y bastante. Al principio (marzo del 2020) una persona infectaba a tres en promedio, luego aparecieron niveles inestables de inmunidad natural y sin tener todavía explicaciones suficientes, comenzó a caer la frecuencia. Pero no… el virus mutó, como lo hace en cada cuerpo y en cada lado, se reacomodó y en septiembre del año pasado en Inglaterra, empezó a manifestarse una cepa agresiva, corrosiva, que incluso afectaba e incidía aquellas personas, que poseían niveles medios y bajos de inmunidad natural, trascendiendo de esta manera a un aumento de la afectación. Algo parecido ocurrió en Suráfrica y luego en Brasil, a causa del mecanismo de incidencia en personas con niveles medios de inmunidad celular y humoral. Hoy día la ciencia no sabe exactamente cómo la evolución cepática funciona. Sólo hay indicios y visajes macros; es decir, tendencias que en lo absoluto no marcan todavía, sugerencias de curas o aliviamientos. Sólo se conoce que son consecuencias darwinianas flexibles de acción, reacción y reposo. Nada más…


¿Qué va a pasar a corto y mediano plazo?. Ante todo surgirán nuevas cepas, que como en el caso del virus de la gripa común, evolucionarán, mutarán y transgredirán los obstáculos que se les interpongan, sean antrópicos o naturales. No será como en marzo del año pasado, cuando todo era nuevecito y el virus feliz, se replicaba tomándonos por asalto. Ahora enfrenta diferentes niveles de autodefensas paráclitas de índole biológica, para el buen entender y consuelo de los uribistas apesadumbrados. Por tanto, también encara a las vacunas que excitan anticuerpos humorales y al final, esta mezcla dará como origen una situación diferente que generará otras variantes y por ende, se exigirán otras nuevas vacunas en constante actualización; las anteriores caerán en desuso. El baile sigue como el negocio mi socio. Y esto gusta a los mercachifles y a las farmaceúticas, a los intermediarios y a los políticos neoliberales que les encanta el “cruce” y los trabalenguas. Obvio, para eso no hay que saber; sólo basta el mandato y las posiciones de fuerza. 


Ahora que estamos enterados de las tendencias apasionadas de la biología cuántica y del espasmodismo sepulcral que pende sobre nuestras cabezas, ya que seguirá habiendo un faltante incremental de vacunas como tal hoy se expresa, pues entonces entérese que ni aquí en Barranquilla, ni en Colombia, tendremos arrestos suficientes para fabricar nuestros medicamentos. Otros si se han arriesgado aun fracasando en el intento. No importa… lo que aquí subsiste es que algunos ya han ido a los “mayamis” a vacunarse y de paso, con la aprobación fáctica del Uribismo gubernamental, traerán sus buenas provisiones de preparados en abundancia. Por lo tanto, salvados y sanos, como buenos comerciantes neoliberales, blandirán las cajitas vendiéndolas al triple del precio, enorgulleciéndose y vanagloriándose con fanfarrias y papayeras, de su brillante “emprendimiento”, al tiempo que el reguero de cajas mortuorias, proliferará por los andenes. Las cotizaciones de las funerarias colombianas en Wall Street se izarán por los cielos y El Heraldo, El Tiempo y La Libertad, reseñarán en regocijo, el apuntalamiento financiero entre las farmaceúticas extranjeras con los enterradores locales de turno. ¡Viva mi bello país carajo!, ¡VIVA!. ¡Viva el carnaval!, ¡VIVA!.


(Lo creen a uno pendejo, no joda…)
 

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

martes, 20 de abril de 2021

DE MUTACIONES, ESTRATEGIAS Y OTRAS VARIANZAS...

De sobra sabemos que el Covid-Sars-2 llegó para quedarse y mutar entre nosotros. El desconsuelo nuestro es que a pesar de su futuro desempeño, en Colombia y en Barranquilla, le darán el mismo manejo que al momento, apriorísticamente le dan: dicen hacer mucho, mojan prensa y al final, no hacen ni se ven los resultados. No hay estudios, sólo recuentos macroestadísticos; no hay soluciones sino conteo de cadáveres; no existen alternativas ya que la válida es la tributaria, que parte del exabrupto de que salvando a las empresas, todos sobreviviremos. Pues no es así ya que el virus no responde a esos plagiarismos. Preparémonos para las vacunas cada año, sigámonos cuidando mientras los fondos de pensiones sacan cuentas exultantes con sus moribundos clientes. Ya es sabido que el acaparamiento de vacunas responde a la alta mutación del virus en Inglaterra, África y Brasil (hasta Colombia en el futuro) y los nombres tendrán denominaciones de moda y se extinquirán a su uso, mientras se desvanecen al aparecer otras variantes, quizá más letales. No son cuentas alegres; es la realidad de esta virulencia pálpita auscultada por una mediocridad que raya en la medianía de la mitad del medio (y todos contentos). Es posible que la nueva teoría económica se reajuste a estas divergencias y entonces, como los paramilitares de Majagual, el virus mutado en su novedad ataque a unos y a otros no, en vista de la "vacuna" pagada y explícita. Es y será asi...

Todos los días batimos guarismos por muertos. Normalísimo... Poco a poco, los productores de los preparados pondrán en las cajitas, las fechas de la revacunación probable. Vendrán ingleses a vendernos frascos pretéritos de la Astrazeneca como la de Juanburgo, que curará la bien llamada cepa "Caribe". No se exeptúe por favor. Mientras la desinformación cunde y Usted se llena de piedad al ver a una gobernadora en muletas que reparte santigüaciones a diestra y siniestra, un alcalde mustio e ignoto y un presidente ataviado por su incongruencia, no gaste velas: los sepelios de abajo, de la gente sencilla, de toda Barranquilla, marchan en desparpajo, y esto yo lo barajo con toda resignación, no hay consideración, ante tamaño dolor, cunde el estupor, y la mala administración. Exacto: el pánico también produce réditos... Por eso a los certificadores de vacunas no les importa si unos pocos mueren de trombos, de trombas o de "plomonía". Esa es la fría y ocre numeralidad estadística del que escribe la historia.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

domingo, 11 de abril de 2021

LOS OTROS FALSOS DESAPARECIDOS

No sabemos lo que sucede con las estadísticas y a sabiendas de que no existen organismos de control independientes, nos ha asaltado la duda siempre si los fallecidos por el Covid-19, son los que son. El DANE apunta lo que le dicen. No pedimos ninguna exactitud. Ya ocurrió la semana pasada en México: se vieron en la obligación de reajustar las cifras de los fenecidos por la pandemia en más de del 61%. Vamos a mostrar aquí, que en Barranquilla y en Colombia, existen faltantes serios de personas que murieron por Covid-19 y no las han reportado debidamente. Incluso, es muy posible que los ajustes de cifras correspondan, como sospechamos, a excesos de fallecidos en los picos y déficit de los mismos en épocas bajas. Esa estrategia puede obedecer a rubricar un manejo “excelente” de la pandemia y enrutarlo al manejo de las campañas de los partidos políticos que están cargo del país sus regiones. Veamos: 

Las gráficas aportadas por el New York Times muestran la línea correspondiente a los fallecimientos normales y correspondientes al impacto de los muertos por la pandemia. Son referencias muy serias de la base de datos del DANE... 

Sin entrar en preámbulos, hasta diciembre del año pasado, en Barranquilla se han dejado de reportar un 26% de los fallecidos (curiosamente, en épocas de poca mortalidad, la curva presenta el efecto contrario; es decir, reportan más...). Es posible un tipo de "ajuste" de cifras locales con propósitos diversos por saber. No se excluye el manejo electorero. De otra parte, a Colombia hasta diciembre del año pasado le faltan 4600 fallecidos. ¿Dónde están?. ¿Qué dicen los productores de números locales que surten al DANE y qué cuenta este gobierno uribista?. Las tendencias estadísticas indican ciertas anomalías matemáticas que no corresponden con la habitualidad. Al igual que los falsos positivos, esos tales "Falsos Desaparecidos" merecen una explicación por parte de Bogotá. En Barranquilla y con toda seguridad, en otras ciudades que pregonan por un candidato presidencial, nos deben otras explicaciones sobre estas cifras y marasmos...


Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

martes, 6 de abril de 2021

DE PASEO POR LAS CLÍNICAS DE BARRANQUILLA

El ministro de salud de Colombia ayer que la mi ciudad poseía un 22% de disponibilidad de Unidades de Cuidados Intensivos. No sabemos de dónde saca esa información el encopetado ministro, si el mismo alcalde Pumarejo lo corrigió diciéndole que estamos en un 88%. Eso también es falso señor Pumarejo. Hoy recorrí las clínicas Bonadona, La Merced, La Asunción, la Del Caribe, la General del Norte, la Iberoamericana, la Reina Catalina, la Portoazul y ninguna recibe pacientes por cuadros respiratorios de ninguna clase. Quedan cerca y decidí hacer el tránsito en aras de corroborar una pésima información que irresponsable suelta el señor Fernando Ruiz, apoltronado desde el sillón en el odioso programa diario televisivo por las tardes. Hice el tour en mi cicla, me bajaba y preguntaba personalmente a los encargados. Los cuadros eran más dramáticos en aquellas que tienen áreas logísticas especializadas, para pacientes con Covid-19. Claro, no era estaba de sobra que apriorísticamente, el Heraldo sacase este titular, sabiendo del engaño inveterado, con toda la respladecencia y los adobos del caso:

¿A qué estamos jugando señor ministro?. El manejo que debe dársele a las informaciones que usted emana, tiene por antonomasia estar revestido de toda la seriedad del caso. En caso de basarnos en sus desinformaciones, podemos cometer errores, pueden haber desplazamientos de pacientes desde otras capitales o es posible que se hagan programaciones de afectados que en todos los casos, pueden incurrir en errores supremamente graves, que basado en lo que expresa la máxima autoridad de la salud de Colombia, pueden generar más muertos de los que ya tenemos. Ya parece que a Usted, nuestro hastío por tantas falsedades emanadas por parte suya, no le toca en lo más mínimo sus fibras, si es que las tiene… Vea lo que pasa en La Merced cuando hoy trasladaban a una paciente a otra ciudad en vista de la falta de camas UCI:


¿Qué es una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para el señor ministro?. ¿Acaso será, para su frondoso intelecto, cualquier cama con un respirador al lado?. ¿Y las conexiones, los aditamentos para colgar los otros elementos, los puntos de aire, los sistemas de control de signos vitales, las cámaras de vigilancia y tantos otros etcéteras?. Todas las clínicas, hospitales, puestos de salud y áreas de atención de pacientes están atascados, colapsados y con signos visibles de aglomeración en toda la ciudad de Barranquilla y su área metropolitana. Este frenesí tropical y cuasi-alegórico del señor ministro, si no abrimos los ojos, nos puede costar carísimo a todos nosotros, que vivimos en esta bendita ciudad y sus derredores. En esta pandemia trivializar e improvisar significa mortandad de seres humanos por si no lo sabía… Las ambulancias están para llevar pacientes; aquí se dedican a sacarlos a otras ciudades. Eso que no quiero mostrar un video que tomé en la Del Norte donde un señor trae a su madre desmayada en la silla de atrás de su vehículo. El cuadro es tétrico, sale la placa del carro y por respeto no lo presento. Usted haciendo cuentas falsas, mientras por aquí mueren personas inocentes, producto del mal manejo que Usted emana debido a su mediocridad acérrima, apechichada por Uribe y vanagloriada por su encargado.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt


lunes, 5 de abril de 2021

¿DESINFORMAR ES MUCHO PEOR QUE LA PANDEMIA?

Si Usted  en  Barranquilla  hace  un recorrido por las diferentes clínicas, se percatará que están colapsadas. Gente a las afueras angustiadas, un vehículo arriba trayendo a la madre desvanecida en la silla de atrás, los propios médicos que trabajan en los mismos centros de salud, no pueden ingresar ni a sus familiares... Mientras tanto, los Secretarios de Salud del Distrito y del Departamento, informan que la ocupación de las UCI están en un 90%. No sabemos qué padecemos y mientras en otros países del vecindario, abundan las cepas de Manaos o la Inglesa, acá inventan otra con una sigla pletórica en adefesios. ¿Saben ahora por qué no le creen ni al Heraldo ni a la Libertad?. Mientras los mismos enfermeros le certificaban a cada aspirante que no hay camas, los mismos indefensos salen a hacer el tour con su enfermo, en un taxi por los otros centros de atención de la ciudad. ¿Qué hay que hacer?.


La alternativa individual sigue siendo la prevalente y la mejor ante la mediocridad y la apatía de los encargados de la salud. Esa receta ya la sabemos hasta la saciedad: distanciamiento, cero reuniones y el tapabocas. Lo contradictorio es que de alguna u otra manera, debe insuflarse en contactos frecuentes, debe pagar las deudas (ni el Distrito ni la gobernación, han dejado de embargar las cuentas) y tiene que hacer las compras. Eso corresponde a la aureola del primer círculo de acción ya que la presión socioeconómica, lo adosa para que siga haciendo sus gestiones pendientes y atrasadas a causa de la pandemia. Pudimos haber parado en la primera instancia pero ahora cargamos con ese peso. Simplemente el empresariado y los dirigentes, no quisieron seguir esa estrategia por razones de flujo de dinero o impactos en sus negocios.

Mientras vamos contando los que mueren, los que están en los hospitales en estado grave y los que vendrán, me pregunto: ¿seré yo Señor?. Sobre este piélago de evolución pandémica reina la incertidumbre y hasta el menosprecio del conjunto por el individuo o a la inversa. Lo risible es que tenemos vacunas y solamente hemos colocado el 64% de las mismas. Irán a llegar más y se seguirán acumulando mientras me preguntaré: ¿seré yo el próximo Señor?. Sin saber qué nos acosa, sin estar debidamente enterados de la nueva surgencia, sin pronunciamientos de las universidades o centros científicos, sin plantear nuevas soluciones sabiendo que lo de hoy nos es lo mismo que hace seis meses atrás, pregunto: ¿sucumbimos por el virus o por la pésima información adobada con la decrepitud de nuestros gobernantes?. ¿Qué es peor?. ¿Sí son esas vacunas las que deben ser?. Los que deben mostrar la luz son unos seres endorreicos que no saben qué entregar ni qué hacer. Al mediocre Usted lo conoce cuando descansa, jamás cuando propone soluciones. Los de aquí superan ese paroxismo.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt 

sábado, 3 de abril de 2021

LAS ANDANZAS DEL CONCEJAL FUENTES Y SUS COLEGAS

Mientras andamos llenos de susto, de restricciones, con ese mie-do inveterado que corroe nuestras osamentas, Juan Camilo Fuentes, Concejal de Barranquilla (ex-presidente de esa corporación), en conjunción con 10 de sus colegas faraónicos, se matrimoneó a todo dar y lanzar en la riviera maya mexicana (Cancún). ¡Qué envidia!, y... ¿cómo lo hacen?, ¿cuál es el negocio?, vea Usted... Este es nuestro estocástico y unívoco burgomaestre en plena faena...
Resumen de instantáneas y parodias de apoplegías marinas...

Cuando trinó aconsejándonos cuidado y responsabilidad, el suso-dicho concejal nos dijo: "allá Ustedes". Y quizá tenga razón ahora que aterrize morenito, con su piel untada de sal y dándose golpes de pecho como el Rubio de Texas. Aunque el señor orondo, nos seguirá dando consejos o tal vez consejas... En fin, el irá a ver...

Hay gente que se compromete y hay otros que saben hacer teatro. En este caso, el arte escénico está resguardado para la campaña electoral. Con seguridad y con muchos arrestos financieros, Él y sus colegas saldrán de nuevo elegidos al son de cumbiambas y papayeras (dale una "esquirla" para que se entretengan dirá...). El Covid avanza, caen los jóvenes ahora y no sé si a ellos les hará algo. No creo que lo pongan en cuarentena carajo...

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt





jueves, 1 de abril de 2021

LAS CONSECUENCIAS DE LA TERCERA OLA EN BARRANQUILLA

No son olas, porque no hemos llegado a cero; son picos o crestas de este oleaje de muertos que estamos padeciendo en Barranquilla, desde hace más de un año y no paramos el conteo todavía... El tercer pico llegó con más fuerza... Lo que más me ha impresionado, es la angustia y el miedo expresos en los chats de los trabajadores de la salud (médicos, enfermeros, odontólogos y otros...), por el impacto de las muertes de cuatro de sus compañeros, a pesar que varios de ellos estaban vacunados. Ver recetándose Cloroquina o Invermectina, como alternativas de tratamiento, cuando esas medicinas han sido descartadas hasta por las entidades mundiales de salud más respetables, causa cierta desazón y excesivo desconcierto. ¿Qué nos ocurre?, ¿a dónde vamos?.

    Personal médico en proceso de vacunación

Un secretario distrital que no reconoce la gravedad de la situación, que no se atreve a solucionar el colapso de las UCI, una vocería dada a secretarios de prensa que sueñan parafrasear la tal asamblea del BID, un alcalde que impulsa con más bravura la campaña presidencial del anterior, que la lucha por nuestra buena salud. Es decir, un desbarajuste total... El pico los (nos) tomó desprevenidos... A todo esto hay que hallarle una solución que no aparece. ¿Cómo?.

La campaña de vacunación ha sido un fracaso por lo inoperante, intermitente y lenta. El programa diario presidencial, es un dédalo ablucionado con agua bendita. Entiéndase que no ando con la imprecación de hacer el llamado al desastre, pero es que estamos muy cerca de él. Más reconocemos al mediocre en las honduras del oleaje que en el pico del mismo. Esos subterfugios taimados, cuando toda la culpa la vierten sobre la población al catalogarla de descuidada, mientras propiciamos políticas para abrir los cielos del país, hacer asambleas, desplegar las Olímpicas, traer al personal gringo a las minas de Drummond, son digresiones de las más alevosas y malintencionadas. Decir que la solución depende de la distancia, la máscara y el lavado de manos de cada uno de los ciudadanos, es lo más insensible que pueda proyectarse.

La vacunación no ha sido la solución para Chile y por eso hay que clarificar cuáles son las alternativas que debemos manejar. El chileno de por aquí (Jorge Cura), ese verdadero secretario de prensa, se ceba con la población y avieso los mancha. Esta crisis duele no por lo larga, sino por la cantidad de incompetentes que la manejan a su antojo, como si nos untaran con miasmas enteógenas. Las cepas se pasean muertas de la risa llevándose los nuestros, mientras nosotros cargando los cajones, soñamos con un presidente...

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt