domingo, 27 de febrero de 2022

EXPLIACIÓN Y ALCANCE DE LA ORDEN DEL PRESIDENTE PUTIN DE COLOCAR A LAS FUERZAS ESTRATÉGICAS DE DISUACIÓN ESPECIAL EN ESTADO DE ALERTA

Por Víctor Hugo Marenco Boehoudt

Nunca, ni siquiera en la crisis del caribe en los años sesenta, se había llegado a estos tenores. Vladímir Putin ordenó al ministro de Defensa, Sergei Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valery Gerásimov, la situación de las fuerzas de contención a un modo especial de servicio de combate debido a las amenazas de Occidente. Los maletines nucleares (son tres, para evitar errores de lanzamiento, el de Putin y los otros dos, asignados a los presentes en la impartición de la orden). Están ya abiertos y en plena sincronía activa. Pero todavía hay otro estado de preparación antes del desencadenamiento de un ataque nuclear inminente: LA ALERTA PLENA DE COMBATE.

De acuerdo a las respuestas del Mayor General en retiro, Boris Solovyov, Doctor en Ciencias Técnicas Militares, al periódico "Komsomolskaya Pravda", podemos tener una idea primitiva sobre ese referente, a pesar de no estar por estos lares, familiarizados con temáticas tan desconexas que rayan en el filo de una extinción masiva antrópica.


Todo surge muy probablemente por la animosidad retórica sin control de las partes involucradas. Putin quizá se vió  obligado a tomar esta decisión, por la situación que se está desarrollando con relación a la operación militar especial en Ucraína. No solo por el conflicto entre Moscú y Kiev, sino también por las animosidades entre Moscú, EEUU y la OTAN. Biden expresó que imponer duras sanciones más contra Rusia, sería comenzar la Tercera Guerra Mundial.

¿Recuerdan la promesa de Obama de "hacer trizas la economía rusa"?. Esa economía rusa está funcionando hoy día. Hay llamados desde algunas capitales de países de la OTAN para dejar de apostar por las sanciones y “hablar con Moscú” desde una posición de fuerza. EEUU y la OTAN, en lugar de la “espada económica”, pueden blandir la militar en cualquier momento. Biden ha amenazado con que las acciones de Rusia en Ucrania tendrán repercusiones para Rusia, no solo en el futuro cercano, sino también en el futuro lejano. Putin fue muy explícito: "Los altos funcionarios de los principales países de la OTAN permiten declaraciones agresivas contra nuestro país", haciendo alusión a los ingleses y su ministra de exteriores.

Hay tres componentes de las fuerzas nucleares rusas: las Fuerzas de Misiles Estratégicos, la Armada y la Aviación Estratégica.  Se les conoce también como la "tríada nuclear". Las Fuerzas de Disuasión Estratégica están diseñadas para derrotar a los oponentes de Rusia con el uso de varios tipos de armas, incluidas las nucleares. Por tanto esas fuerzas se consideran como las de mayor potencia de todo el arsenal armamentístico de Rusia.

La orden de Putin significa el más alto grado de preparación para el combate. Le sigue como dijimos la "alerta plena de combate". Es decir, cuando hay objetivos seleccionados y el "botón rojo" puede activarse en cualquier momento.

El presidente de Rusia aprobó hace dos años por decreto, los "Fundamentos de la política estatal de la Federación Rusa en el campo de la disuasión nuclear".  Moscú puede usar armas nucleares en respuesta a un ataque contra él o sus aliados, ya sea usando armas nucleares u otras armas de destrucción masiva, o en caso de agresión con armas convencionales, si “la existencia misma del estado está en peligro”.  No estaría de más recordárselo una vez más a Biden y a los aliados estadounidenses de la OTAN. En realidad, la orden de Putin también es un recordatorio...

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jueves, 17 de febrero de 2022

CUANDO LAS ARCAS QUEDEN VACIADAS

¿Ustedes creen que los contrincantes son pendejos?. No señor, ni que con "modelos cursis" tratásemos. En este caso, la demostración de pasos de animal grande, de que el Pacto Histórico, liderado por la Colombia Humana con Gustavo Petro como estandarte, se está configurando como una opción, no son las plazas llenas que están densificando; no señor, es el deseo de muchos azarosos corruptos, a cargo de ciertos puestos gubernamentales de prevalencia, para vaciar las arcas antes de elecciones. El temor de que ganemos en primera vuelta es latente, expreso y tan concluyente, que entre ellos recorre ese rumor y esa propuesta, para hacer el salvataje de cuellos y hundir a los provinientes. ¡Ni un peso irán a dejar!... No basta ser trascendentes, como tampoco es menester decir que "eso se veía venir".... Son los efectos posteriores, por estas actitudes malsanas y aviesas, a las que nos tendremos que acomodar. El retoricismo no es explayar que nos quedaremos sin plata, sino la presión al pontificar que somos malos gobernantes o que nos transmutamos en unos incapaces perniciosos. En pocas palabras, en caso de alcanzar el triunfo en primera vuelta, se darán todas los resquicios no solamente para dejar ilíquidos y desinflados, todos los bienes tangibles de cada municipio, departamento o de la nación. Aún así, el problema será la estrategia y determinación para hacerle frente a la terrible posteridad, que nos legarán estos rezanderos, heresiarcas proto-financieros de adviento. 

¿Con quiénes contaremos?. ¿Quiénes nos financiarán?. Y es que no basta la encomiable "quejadera" y los lloriqueos prosopopéyicos: habrá que remangar camisas y a buscar donde no habrá nada, a tocar las puertas que no nos quieran abrir, a rogarle a los vecinos a que nos presten gasolina, después de haberlos "trapeado" en la campaña preelectoral, en fin, a agachar la cabeza y a comernos nuestros interludios rebuscados. Las poses de grandes políticos finiquitarán y luego, la gente no querrá oír más discursos porque lo que desean son soluciones. El dólar de nuevo pegará un salto de garrocha (es buena hora de comprarlos, como recomendaría el prestidigitador Carlos A. Vélez, cuya mediocridad le saca honduras en su rostro). El orden de presión y confabulación desafiante y desfinanziante será de rangos incomparables, jamás nunca vistos. No estoy diciendo que nos asustemos sino que desde ya, nos preparemos dado a que lo que viene. En caso de ganar, no todo será tan fluvial, ni tan lechoso y sí muy tieso... ¿Qué hay que hacer?. ¿Cómo proceder y por dónde empezar?. Quizá no hay por ahora respuestas pero si vale la pena, desde ya, hacer modelaciones macroeconómicas de suturas discretas. El problema, a pesar de tener un contexto supremamente parodójico y de ser de lo más previsible, es antiético y bastante realizable por parte de esta piara de mal parados. Es como si dijéramos que los mochileros de las esquinas del Barrio Abajo del Río, de Barranquilla, no compran votos: ellos, son unos agraciados asistentes de buen rostro y lozana actitud. 

Pasar de la euforia de la ganancia electoral, a la tristeza por unos fondos raquíticos en las arcas gubernamentales, ocurre en todos los países de por aquí en un tris... Sin embargo hay dos grandes problemas: cargar con el "muerto" per se y el otro, no afrontar el gravísimo acertijo por mediocridad o por incompetencia, que a la larga, es lo mismo. De sobra sabemos que Petro no lo va a solucionar todo. Acuérdense como le dejaron las cajas a Samper y después como le cayeron encima. La problemática es latente pero ganando el Pacto, le pondrán rivetes inmartillables. Observen como a Piedad le han caído con "momias extranjerizadas" y con tretas de prensa espúrea. ¿Y qué dirán Ustedes de los consabidos colados que pulurarán como expresión de la tolerancia y la diversidad ideológica?. Acá, en estas vertientes, los pluralismos no cuecen porque el problema será de plata física y dura. O hay o no hay y a menear el ñango no joda... Lo demás serán recalentamientos viscerales, baboserías linguísticas, pérdidas de tiempo, hambre plena, incumplimientos e inconsistencias con los dignos electores que creerán en nosotros. No basta abrir los ojos y estar atentos, si la parsimonia y la supra-tolerancia política, carcome todas las buenas intenciones y las promesas políticas. Si señores, que no sean esos aforismos adocenados, que nos conviertan en pútridos "marranos", como el actual, para después hacer el hazmereír, como cuando apoyamos a las actuales "baronesas" a cargo de nuestra Bogotá, sumida ahora en esta cantidad de mugre y maloliencias. 

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt