sábado, 9 de diciembre de 2023

LOS ESTERTORES DEL CONFLICTO RUSIA - UCRANIA

Por Víctor Hugo Marenco Boekhoudt 
9 - 12 - 2023

Ya nadie quiere a Zelenski y prácticamente, esa persona ya no es el problema. Los jóvenes ucranianos que no quieren pelear una guerra que no les interesa, salen despavoridos por las fronteras, mientras la nueva carne de cañón, se convierten las mujeres que deambulan errantes por las calles de las ciudades sitiadas. La búsqueda frenética de combatientes, ha llevado a los reclutadores a meterse en las clínicas psiquiátricas, como en el complejo “Kosino”, en los Cárpatos, en búsqueda de personal masculino para enviarlos a las trincheras. Las mujeres, viendo que se llevan a muchos adolescentes a este sin sentido, tampoco quieren ir a luchar en el frente. Aquellos soldados con experiencia regular o con un leve entrenamiento, o se han muerto o se han entregado como prisioneros a las fuerzas rusas. Zelensky no pasa de ser una figura de valor transicional, sin peso político y enredado en sus luchas internas con las cabezas del ejército ucraniano.

Esta es una guerra muy peculiar y que tiene sus insinuaciones y sus tildeos en una mezcolanza incierta y a su vez determinada, con coyunturas geopolíticas económicas y con visos de multipolarismos. Yo particularmente la interpreto como un enfrentamiento entre lo que son los bloques económicos asiáticos, encabezados por China y Rusia, contra el frenesí occidentalista que desemboca en la OTAN. Para mí hasta se torna risible, que la victoria económica la quieran lograr con chips de altísima tecnología, que supuestamente los chinos jamás podrán lograr y con una propaganda de los medios internacionales, tan pueril y rasera, que jamás se había insuflado. La particularidad de esta guerra consiste en que si a Rusia le da la gana de no detenerla, los ríos de dinero en occidente y el desgaste económico se tornarán notablemente incrementados y sin control. ¿Entonces quién gana una guerra de fricción planetaria, si jamás antes la historia humana la había visto?. Perdónenme si no lo cito pero en la historiografía del medioevo, Gengis Khan y los demás asiáticos, tiene mucha trascendencia al respecto con su Orda de Oro.

A veces me toca esbozar una sonrisa inclinando nada más hacia un lado, la mitad de mis labios. Ahora el remoquete visceral y rusófobo se pliega en el precepto de que el occidente europeo será invadido por las tropas rusas. Se nota a las claras que el redoblante de la pueril propaganda se queda sin ecos y sin sonidos. Mientras sabemos que Zelensky será tumbado por la población y por algunos miembros de su propio ejército, ante una situación de ese estilo, los patrocinadores de esta flagrancia no saben con qué contestar. Los nazistas ucranianos, siempre apostaron a que el apoyo de la OTAN los haría prevalecer. Eso no fraguó y al momento de este escrito, internamente se va a desencadenar una lucha interna dentro del mismo ejército ucraniano con tal de determinar quién estará al mando. Se sabe de sobra que ese enfrentamiento ya está en la palestra y que occidente al respecto no pueda hacer nada. Es posible que hasta al mismo Zelenski lo aniquilen. He ahí el problema de volverse “caudillo”...

No hay forma de mirar hacia atrás y pensar que casi que tres semanas después de iniciado este conflicto, pudo haber sido resuelto para el bien de todos. Los muertos pesan, las viudas pululan por las calles y los huérfanos se encuentran con innumerables incógnitas, que de acuerdo a su inocencia jamás podrán resolver. Olvídense de eso: las tropas de Occidente jamás entrarán a Rusia y los rusos no va a ocupar países empobrecidos, vueltos flecos. Miren como los ucranianos mueren por nosotros se jactaban… La clave está en la astricción, la fricción y el desgaste en el conflicto, que no son la misma cosa pero que se parecen mucho a la lija restregando el alma. Estas son las consecuencias de las acciones de politicoides inconsecuentes, desactualizados y seniles, que jamás analizan las puerilidades de sus apuestas, por muy rastreras e insoslayables que fueran. ¿Ahora qué es lo que viene en el orden mundial?. Rusia defendió a los suyos, los chinos no pararon de crecer, se agotaron los fanáticos neonazis muy bien escondidos durante tanto tiempo y aquí proseguimos ante la misma incertidumbre. Ese es el problema de creerse el policía del mundo y atender al tiempo, todo ese caleidoscopio de conflictos que se esparcen por todo el planeta. Los dinosaurios vivieron felices por más de 150 millones de años y nosotros no vemos ni una luz, con toda la codicia tornándose en grados centígrados en la atmósfera terrestre. 

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