Pobres
costeños, pobres caribeños, pobre de nosotros… Ahora todo el karma encima de
nuestros hombros. El dedo inquisidor cual nariz hitleriana untada de curare,
nos señala como los culpables. Pero no es así… Para aquellos que vivimos en
Barranquilla, sabemos del terror que causa ver llover sobre mojado. Ustedes en
Colombia también lo habrán percibido, con las mini telenovelas que los
reporteros tipo peón, pasan durante las temporadas de precipitaciones. Mientras
otros, difundían infundios sobre compras de votos por el SÍ, sin tener la
delicadeza de enterar a las autoridades. Aquí llover es signo de tragedias y de
muerte.
Desde el lunes 26 de septiembre se sabía con una
probabilidad del 90%, que la depresión Mateo o Mathew, pasaría cerca de la
península de La Guajira, el sábado siguiente, después de la tarde. El IDEAM aun
con la información adquirida y con la que se dispone en la Internet, hizo
polvorientas advertencias del fenómeno. Incluso informó que la misma no
afectaría los comicios. Me di a la tarea de hacerle seguimiento y publiqué una
serie de trinos sobre el respecto. He aquí el mas importante, (ver https://twitter.com/VictorMarenco/status/781174210613874688).
Yo siendo un aficionado en esto, me percaté que el IDEAM sólo 22 horas antes,
había notificado una advertencia de depresión tropical, como puede observarse
en esta instantánea:
De esta
forma constato que el Instituto de Meteorología de Colombia, se basa en
información disponible en la Internet para hacer sus pronósticos. Vaya… pensé
que tenían herramientas especializadas,
equipos propios o información de primera mano de un satélite alquilado. ¿Cómo
explica eso Omar Franco Torres Director General del IDEAM? Un informe
pormenorizado sobre las proyecciones meteorológicas, al Ministro del Medio
Ambiente y/o al Presidente de la República, hubiese sido de mucha valía. No era
nada descabellado aplazar las elecciones por unos días más… Más sin embargo, se
reportaron sólo inquietudes, algunos sobresaltos y de paso, nos percatamos que
un pronóstico del tiempo, se puede hacer para este país de más de un millón de
kilómetros cuadrados, con sólo visitar la página del Centro Nacional de
Huracanes de EEUU.
El
Presidente no contó con una información de primera mano y por ende, con seis
días de anticipación, aun pudiendo emitir un pronóstico enteramente confiable,
le entregamos a la naturaleza un accionar que se hubiese resuelto de otro modo.
Sé que en el Atlántico se solicitó una extensión de la jornada electoral y se
denegó.
La suerte
juega en las elecciones y la falta de experiencia también… A lo mejor habrá
otros motivos. No lo sé… Sin caer en las
cuentas paupérrimas o trasnochadas y sin llorar lágrimas de cocodrilo, por esos coletazos se perdieron
unos cientos de miles de votos por el SÍ en la Costa Caribe Colombiana. Y yo
entiendo a mis coterráneos; nadie sale a hacer una diligencia en Barranquilla
con un aguacero encima y menos a votar… menos un domingo y menos, con los
resultados de las encuestas… nadie se va a enfrentar a un arroyo mortal bajo
esas circunstancias.
Por tanto
esta es la historia circunspecta de los pobres corronchos. De un director
adusto de la oficina de pronósticos del tiempo, en este país del sagrado
corazón. Un Presidente mal informado, mimado por sus hijos, borracho por sus
infra sueños de Estocolmo y creyendo que el Mateo o Mathew, como gran apóstol,
nos rosearía con agua bendita para recibir la paz, dado a que el Papa la había
santiguado en la víspera. Como siempre, la emoción, la dicha y la gracia ajena,
anteceden a la técnica y el estilo. No basta citar a los grandes… Hasta para la
paz se necesita suerte como también, contar con los imbéciles.
Víctor Marenco Boekhoudt
@VictorMarenco
No hay comentarios:
Publicar un comentario