domingo, 15 de agosto de 2021

NUESTRO PAÍS HERMANO, HAITÍ, SUS TERREMOTOS Y PADECERES...

Ayer a las 7:30 am, hora de Haití y de Colombia, se desencadenó un terremoto de alta intensidad (7.2) y muy superficial (10 Km), en las cercanías de las poblaciomes de Sain Luis du Sud y Petit Trou de Nippes. Aunque en cierto modo, muchas de las explicaciones técnicas son complicadas y casi que inalcanzables para el lector habitual, en este breve escrito trataremos de explicarles las razones suficientes y los motivos perennes de este cataclismo. El terremoto de Haití del 14 de agosto de 2021, de Magnitud 7.2, ocurrió como resultado de un movimiento inverso oblicuo a lo largo de la zona de falla de Enriquillo-Plantain Garden, a unos 125 km al oeste de la capital de Haití, Puerto Príncipe.  El terremoto se expresó a poca profundidad, a lo largo de una falla inversa que golpeó al oeste y se inclinó hacia el norte con un componente de deslizamiento lateral izquierdo, y en su contra respuesta, una falla que golpeó el sureste y se inclinó hacia el suroeste con un componente de deslizamiento lateral derecho. Toda esta complicada habitualidad, en torno a una expresión científica casi que abjurada, llena de albures escondidos y pletórica en incertidumbres, la podemos ver en el gráfico que abajo se presenta:

Gráfica 1. Historicidad de los eventos cataclísmicos asociados a terremotos en la isla La Española, desde el año de 1751 hasta el presente, correlacionados con la zona de falla de Enriquillo, que comparten los países de Haití y República Dominicana. (Tomado de www.iris.edu).

Lo interesante de esta condición es que son movimientos telúricos recurrentes (con alta posibilidad en futuro cercano de ser predecibles), a lo largo de una zona específica, en la cual se concentran vastísimas cantidades de presiones, producto del movimiento de microplacas tectónicas, derivadas de la interacción de la placa Caribe mayor, con la Norteamericana que se encuentra en el septentrional. No sólo se describe el hecho de que se seguirán presentando, sino que en lo específico, tiene una correlación clara e inédita con la isla de Jamaica ( recuérdese que en el año 2020, el 28 de enero, Jamaica fue abatida por un movimiento telúrico de mucha importancia, incluso más intenso que el de ayer). ¿Qué hará la comunidad científica a futuro, para advertir sobre eventos de esta clase?. Los terremotos hasta el momento y de acuerdo al desarrollo científico actual, no son predecibles. El último evento de este tipo que pudo advertirse, lo hicieron en China en el año de 1976, luego de corroborar evidencias totalmente claras e incontestables. Sin embargo hoy día, y de acuerdo a la localización de esta zona de falla, y en vista de que muchas de sus porciones se encuentran resumidas debajo del nivel del mar, la tarea se hace prácticamente imposible. Por ahora, obviamente...

Gráfica 2. Muestreario del estado de disposición de fallas de la isla La Española, donde claramente puede observarse ramificaciones de fracturas geológicas de diversas correrías. Las expectativas por futuros sismos son inmensas. (Tomado del sitio www.iris.edu)

Al observar la gráfica 2, arriba expuesta, saltan a la vista una cantidad de elucubraciones técnicas y humanas por demás... sí es claro el pronóstico de una situación bastante delicada por el intenso fallamiento que tiene la isla La Española. Ese es un condicionamiento que urgirá de parte de las agencias internacionales y de los institutos de cooperación, para ahondar con más detalle, un mayor conocimiento geológico de esta isla. Ahora, remitiéndonos a lo relacionado con las condiciones de infraestructura y el nivel de vida que posee este gran país, como es Haití, no deja mucho que pensar. Es decir, un país sólo, diezmado, altamente sobrepoblacionado, con una oferta precaria de servicios públicos, con limitadas condiciones para el ofrecimiento de servicios de salud y a esto agréguele, una corrupción rampante y salvaje, que desboca en una desigualdad y violencias irreconocibles, obviamente que nos pone a pensar. Menos mal que el fenómeno de ayer, no originó un tsunami de amplias repercusiones porque sino, la tragedia hubiese sido muchísimo mayor. El agua mata más que la danza litoestratigráfica, que baila con demonios de dos patas y de resoplones favoritistas, que en países vecinos se tiñen la piel de blanco, para poder ser o parecer, mejor aceptados.

¿Qué vamos a hacer con Haití?. Si a todo lo anterior le agregamos la vorágine en que se encuentra, después del vil asesinato de su presidente, por parte de un comando armado de sicarios mercenarios colombianos, me parece que no tiene muchas salidas claras. Este país merece toda la solidaridad, el apoyo y la hermandad de los pueblos vecinos y en especial, de la República Dominicana. Como en el 2010, ya las ayudas temporales que brindan las grandes potencias y los países solidarios, no bastan para arreglar la situación de un país que urge no solamente un cambio drástico, sino una reforma absoluta de su sistema económico y sus arquetipos culturales. Haití es un país en el cual, por la insuficiente oferta energética, la mayoría de los pobres se ha visto en la obligación de arrasar con sus bosques y sus arbustos, para generar carbón de leña y así poder preparar sus alimentos. Eso es fácilmente observable, desde las tomas satelitales que están a disposición en la internet y que pueden ser fácilmente consultadas. Lo más contradictorio de lo que llamamos globalización, es que la misma insiste en la individualización de los países y por ende, no comparte sufrimientos, padecimientos, alzamientos y menos catástrofes; solamente le interesa la exportación de flujos de ganancias y de réditos ocasionales producidos en el maremagnum económico actual. Para Haití no existen planes a ningunos plazos y si  usted a esto le agrega su génesis racial, la situación se empeora aún más... al respecto no existen ningunas diatribas, y tampoco argumentaciones para esbozar planes a largo plazo; parece que este país, que en los inicios del movimiento liberacionista de América Latina fue fundamental, está destinado a una catástrofe que todos nosotros se la adosamos de manera consciente o inconsciente. 

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

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