UNIPORCIENTISMO Y ECOLOGISMOS EN COLOMBIA

Cuando en otros países empiezan a crearse ministerios para la protección del clima, con presupuestos protegidos y derecho a veto (aprendamos señores: un superministerio), en Colombia el gobierno actual hace salvaguardas, de todas las gestiones que propicien y eficienticen la corrupción. No es nada extraño que el Uribismo en nuestro país ampara como perennes, las tramas necesarias para evitar que sus componendas políticas se salgan y huyan del manejo y coordinación que ellos presagian... el partido ecologista alemán ha calentado este martes sus esferas políticas, con una propuesta que especifica un programa para luchar contra el aumento de las temperaturas en el globo terráqueo, dentro de la consigna "salvar el clima, proteger a la gente". No mal entendamos por favor que el ecologismo está de moda; más aún cuando dentro de nuestros ámbitos abundan ejemplos textuales, que muestran que la sustentabilidad del medio biótico de nuestro planeta tiende a su inexistencia. Si por muchos años el temor nos impulsó a pensar, de forma desaforada, que las bombas nucleares podrían acabar con nuestras vidas, hoy se hace más que palpable, en nuestro diario trasegar inconsciente e insustentable, una muestra bastante derivada hacia ese acabose. No tenemos posibilidades de aquí a 300 años para desplazarnos hacia otro hábitat en el cual podemas prosperar. Es muy probable que antes que ocurra una revolución económica y política, sea mucho más plausible ejecutar cambios drásticos debido a las contra respuestas que ocasione el planeta Tierra, a causa de las malas vivencias que estamos ejecutando dentro de ella. Índices tan nefastos como saber que el 40% de los alimentos producidos no son ingestos, el 90% del capital Financiero circula entre el 4% de la población mundial, la demografía va en aumento de forma insostenible y la superficie del mar no se presenta como una garantía expedita para poder seguir creciendo, preocupan en demasía. Por otra parte, hay muchos más indicadores que claramente presentan una gestión inequitativa e injusta del desarrollo humano, en muchas de las esferas de la expresión antropológica, económica y cultural. Creo que los científicos del planeta se encaminan en hacer advertencias de acuerdo a sus posibilidades de investigación y de indagación. Lo cierto es que no sabemos si las mismas van correlacionadas y coludidas con la expresión de estos tiempos caóticos y sin medida. No hay garantía de que esas mismas advertencias, sean los suficientes para poder realizar las remediaciones pertinentes y ejecutar los correctivos del caso. No sabemos si estamos a tiempo.

Mientras en Europa las agrupaciones partidistas expresan un mayor grado de conciencia ante las recientes riadas e inundaciones, que afectaron una extensa región en los países de Alemania, Bélgica, Holanda y Francia, que causaron la muerte de unas 180 personas, en nuestro medio colombiano no damos siquiera un aviso perentorio para controlar y resolver todas las advertencias que nuestro medio biótico nos envía diariamente. Aquí incluimos los muertos por falsos positivos, los desplazamientos, las masacres ambientales generadas por pésimos manejos de parte de las entidades nacionales y departamentales, responsables por la inequidad y la injusticia que se presentan en nuestro país y posteriormente, la altísima deforestación de la amazonía y orinoquía, para proseguir con cultivos inapropiados y hasta risibles (para producir energía, por ejemplo... ), reducir la producción de oxígeno y hacernos más vulnerables a la subida empinada de las temperaturas globales. Particularmente, estoy convencido que la violencia en Colombia tiene visos inéditos de estar relacionada y adosada, a los paupérrimos manejos ambientales que se dan en este país a causa de una abyecta política gubernamental. Si anteriormente coincidíamos que todo el progreso aquí, llegaba con sumos retrasos, creo que todas estas nuevas y futuras concepciones de políticas ambientales, tendientes al mejoramiento de nuestras existencialidades, no podrán siquiera aterrizar o ser acariciadas en nuestros ámbitos... el monopolismo y el manejo "uniporcientista" de toda la gestión vivencial, cultural, infraestructural y económica de nuestro país, se configura como el obstáculo mayor para el tratamiento de un programa de acción inmediata para la conciliación climática, la reversabilidad del uso de combustibles fósiles y/o de la expedición de medidas de protección de la biosfera, con tal de ganar una futura neutralidad emisional de gases. Con gestores anodinos y completamente desreferenciados en este tipo de problemáticas, en vista de que sólo entienden de colores verdes en sus cuentas bancarias, es muy poco probable que podamos emerger soluciones que de una vez por todas, resuelvan las graves prerrogativas que vendrán en el futuro. Si a eso le agrega esa adlatarería corrupta y bifurcante, que los sacia con cuentos de hadas en paraísos fiscales, pues mucho peor; ellos les dirán que jamás se irán a "calentar", una férula de enfriadores los protegerán y que nada les va a pasar a sus fardos adustos de baja combustibilidad. La temperatura sube y las soluciones se extinquen como a cuenta gotas... quién sabe si morir de sed o de calor, sera lento o quejoso. Nadie lo sabe... sólo se siente el pálpito y el correr del sudor por las mejillas...

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt