miércoles, 11 de septiembre de 2013

GEOLOGÍA DE BARRANQUILLA Y EL POT (PARTE III)

GEOLOGÍA DE BARRANQUILLA Y EL POT (PARTE III)


La ciudad de Barranquilla debe considerar su espacio subterráneo como una reserva de desarrollo que le será útil en un futuro muy cercano. La población activa de la ciudad se cuenta más o menos, en unos dos millones de habitantes, considerando a todas las personas que laboran en la urbe y que luego pernoctan en las ciudades del Área Metropolitana y otras ciudades de su derredor. El desarrollo futuro de una mega urbe, con el discurrir del tiempo mostrará que se hará imperioso que consideremos los espacios que están por debajo de la superficie de la misma y Barranquilla no será la excepción. Los espacios urbanos subterráneos existen armónicamente con la expresión superficial de las ciudades y de acuerdo al grado de planeación y detalle que se le entregue, son una parte básica e importante del componente citadino. Por estos mismos espacios puede trazarse el verdadero sistema masivo de transporte subterráneo, por medio de trenes eléctricos, que han demostrado con suficiencia poder atender las demandas de flujo de alta intensidad. También pueden emplazarse centros comerciales, zonas de parqueos estratégicas y manejos de aguas de escorrentías y alcantarillados, como otros usos también.

BARRANQUILLA SUBTERRÁNEA.

Puede que a los lectores les resulte algo sorpresivo y desconcertante percibir el concepto novedoso que aquí se propone como ente de ciudad en sus profundidades. El crecimiento en superficie de la ciudad, que se remite a sus apartes urbanísticos, transporte individual (Léase vehículos y transporte pesado) y sus centros comerciales, financieros e industriales, generará una serie de desencuentros y contradicciones logísticas que se nos revelarán como taponamientos de tránsito vehicular, escasez de vías por el acaparamiento y partición de espacios por parte de los sistemas masivos de superficie, incremento de flujos de aguas en arroyos y otras corrientes, deterioro en la calidad de vida de sus habitantes y finalmente, desinterés y alejamiento de inversionistas locales y foráneos para una ciudad restringida y estrangulada. Hoy día, ya estamos en presencia de signos y situaciones, que nos están revelando todas estas restricciones y cuellos de botellas lamentables. Por tanto es necesario que miremos hacia los espacios que están por debajo de la superficie a la cual estamos por ahora acostumbrados. Esa Barranquilla subterránea será la expresión de una ciudad dinámica, vibrante y ecológicamente sustentable con la reactivación de muchas zonas verdes en sus campos externos. Vivimos en una ciudad sin parques y sin áreas boscosas. Deberíamos tener unos 14 metros cuadrados de espacio de zonas verdes por habitante y sólo tenemos menos de un metro. Es un índice lamentable y paupérrimo.  Los arroyos de la ciudad están incrementando su caudal y su velocidad, causando un impacto negativo en el desempeño diario de sus habitantes, empresas y transportes. Por lo tanto a futuro próximo deberemos apelar a la utilización de las porciones subterráneas que posee la ciudad para hacerla más amigable, sostenible y competitiva.

LOS ARROYOS DE BARRANQUILLA

Hasta el momento no se sabe con certeza, cuanto le cuesta a la ciudad los paros, pérdida de comunicación y transporte, generación de imprevistos y costos logísticos, laborales, de infraestructuras y otros, por causa de los arroyos que corren por las calles de la ciudad, cuando se convierten en canales abiertos. Hay estimaciones que no son precisas porque no consideran la cantidad de agua sinigual. Toda lluvia o aguacero es diferente a otro y estos impactos son diversos. Hay otros intangibles como las vidas humanas perdidas (ya son más de 280 personas fallecidas por los arroyos), las caídas de comunicaciones varias (telefonía fija, internet, cables de fibra óptica, suministros de energía) como también el costo de reposición de lozas de pavimentación, reacondicionamiento del amoblamiento urbano, limpieza de calles y atención de otros desastres. Hay cifras arbitrarias que rondan los 9 millones de dólares por un evento de lluvia media en un día, pero todo eso es menester reevaluarlo detalladamente porque puede ser mucho mayor. Lo cierto es que ya se ha plasmado en nuestro imaginario colectivo de ciudad, que los aguaceros en Barranquilla no son gratos ni bienvenidos. El costo sicológico también tiene un reflejo e impacto, importante por considerar. Pero lo peor de todo es que nos hemos tornado en noticia mundial cada vez que en las pantallas aparece el drama de las personas fallecidas, los vehículos arrastrados y los barrios inundados. Una condición de ese estilo aleja flujos de inversión en la ciudad y subsecuentemente, la oportunidad de surgimiento como alternativa portuaria, comercial e industrial puede trasladarse a otras regiones. Hemos entregado unos gráficos donde se muestra un posible modelo geológico de la ciudad que amerita precisarse, como también la forma como se reactivaría el alcantarillado pluvial de la ciudad alternándolo con un sistema subterráneo de transporte. Muchas ciudades en el mundo han usado esta alternativa, obviamente adecuando las mismas a las peculiaridades de ciudad, que posee Barranquilla. Aquí es donde radica definir la ambientación variable y diversa, de la ciudad al detalle. Se necesita por tanto saber qué, cómo y por dónde pueden ejecutarse las diversas opciones de solución considerando el inventario geográfico y geológico que hay debajo de la ciudad y por encima de ella. Es indispensable cotejar todas estas consideraciones y determinar un plan de acción consensuado y adaptado al Plan de Ordenamiento Territorial de la ciudad POT y a su vez, con el que pueda generar el Área Metropolitana. El impacto del trazado de túneles en la ciudad es mínimo y más amortiguable en comparación con los canales abiertos.

BIENES RAÍCES SUBTERRÁNEOS

Es posible que por las mismas magistrales por donde hoy día corre el Transmetro, puedan trazarse a futuro inmediato las líneas del transporte subterráneo en Barranquilla. Pero lo cierto es que ya es claro que la movilidad de la ciudad se mejoraría notablemente con la puesta en marcha de un sistema de esta clase. El acrecentamiento de la movilidad no tendría cuestionamiento y paralelamente o en sus inmediaciones, se podrían construir almacenes de grandes superficies, centros comerciales, zonas de recreación, parqueos y tanques de almacenamiento de agua, que contemplen el uso del agua de los arroyos y se usufructúen de la vecindad con el sistema de transporte masivo. La ciudad de Viena (Austria) premia con excepción de impuestos a aquellas obras que posibilitan la construcción de áreas verdes en sus afueras si mejoran el entorno urbano. Moscú (Rusia) transporta por el sistema subterráneo por día, la misma cantidad de personas que tiene la ciudad como habitantes: 10 millones. Las personas que viven en las afueras, parquean sus vehículos en la primera estación del metro más cercana, dotada con un parqueo de alta gama subterráneo, económico y conectado con los trenes si salir a superficie. Esta variante puede causar un cambio de desempeño y cultural en los ámbitos externos e internos de la ciudad, pero sin dudas descongestionaría la problemática del tránsito y desestimularía el uso de las opciones de transporte individuales. El subterráneo de París (Francia) posee estaciones cada 250 metros en promedio, donde parece más un bus que un tren por sus paradas frecuentes, mientras el de Moscú lo hace cada 700 metros y sus estaciones son alimentadas por trenes de cercanías, rutas de buses o por trencitos eléctricos (tranvías). Si los centros comerciales y los grandes almacenes de superficie se interesan por la llegada de visitantes con mayor frecuencia, sin duda que estarán deseosos que una estación de transporte subterráneo esté en sus cercanías. En Berlín (Alemania) entregan parqueo gratis si en uno de esos almacenes Usted realiza un determinado monto de compra por día o mensual, por ejemplo. Hay entonces alternativas reales de hacer un crecimiento positivo hacía las entrañas de nuestra querida ciudad y convertirla en más amigable, más deseable y querida. Los bienes raíces de estas características, tendría una valorización apreciable y la ciudad podría acoger amablemente más habitantes deseosos de vivir en ella.

CONOCIMIENTO GEOCITADINO

La información y los sueños son los aderezos para crecer de mejor forma. No podemos renunciar a ninguna de esas alternativas sin antes evaluar y estudiar todas las opciones y cotejos. Los canales abiertos en Barranquilla para solucionar el problema de los arroyos pueden causar la fractura urbanística de la ciudad y convertirse en un problema mucho peor que la enfermedad. Ni hablar de los aspectos constructivos de los canales a sabiendas del ejemplo que hemos tenido con la repavimentación de calles de la ciudad actualmente: demoras, atascamientos, derivación por vías alternas ect… y por un largo período. Por eso insistimos en el conocimiento geológico de detalle de la ciudad y esta se torna impostergable… No puede ser momentánea o sub-contratada temporalmente porque se necesita replanificarla constantemente a medida que el crecimiento lo dicta. Este activo, debemos consolidarlo sin demora y con premura con el fin de hacer una ciudad para la gran mayoría, donde quepamos todos, donde sea plausible y enriquecedor, la expresión de un modo de vida digno y sano.










Víctor Marenco Boekhoudt
Ingeniero Geominero MSc en Geominería.
victor.marenco@gmail.com Twitter @victor.marenco

Figura 1. Modelo Geológico de capas del entorno urbano de Barranquilla


















Figura 2. Modelo del Sistema de Transporte Subterráneo y Alcantarillado pluvial de Barranquilla

1 comentario:

  1. Apreciado Víctor

    Con tu artículo Geología de Barranquilla y el POT en su primera y segunda parte le entregaste valiosa información a la ciudadanía sobre de la ciudad que quieres se convierta Barranquilla. Válido tu aporte e importantes las observaciones, aunque a mi juicio sea un sueño demasiado hermoso y difícil de construir teniendo nosotros una dirigencia que piensa primero en los intereses particulares e individuales y olvida los colectivos. Partiendo de la base que somos una urbe desordenada, incoherente, descabellada, egoísta, que destruye su propio patrimonio, contaminadora, irrespetuosa de las más simples normas de convivencia y urbanas, y aunque buenas intenciones puedan tener quienes pretenden manejan la ciudad, no es suficiente.
    Como puede una ciudad avanzar cuando de plano la academia y las fuerzas vivas son colocadas en un segundo plano, y bien sabes no hay una verdadera concertación ni socialización de las propuestas del POT, e imponen el querer de los amigos y parientes de la administración, y al final gana siempre el va porque va. Ya en muchos programas de radio incluido Política Pública se publicita el nuevo POT. ¿Qué necesidad hay de gastar esos recursos sino para ablandar a la opinión sobre lo que viene?

    Indudablemente estamos haciendo muchas cosas bien desde la órbita Cívicos en Acción, pero somos muy pocos realmente dando la pelea, y hay que hacer ver a Jorge Vergara que el solo no podrán vencer a Goliat.

    Tu aporte es valiosísimo para obligar a quienes ostentan el poder a escuchar a personas que han estudiado y seguido de cerca los fenómenos que nos afectan, de igual manera necesitamos aunar esfuerzos para que a otros profesionales los escuchen. Tenemos amigos que trabajan dentro de la administración municipal y metropolitana, pero no son personas con poder. Son muchos los temas que hemos tocado, y múltiples las peleas casadas, y poco efectivos somos a veces por abarcar demasiado, o por creer que podremos ganar las batallas con nuestras reducidas fuerzas luchando contra ese imperio de intereses que persiguen ganancias y poder. La organización cívica debe crecer descomunalmente para ser exitosa, y para ello necesitamos una mayor organización, cuadros e individuos apuntalando y accionando, y algo de recursos.

    La lucha contra el carbón en Barranquilla es una muestra de cómo priman intereses particulares contra más de dos millones de habitantes que serán sometidos a una contaminación indeseable e insoportable. La calidad de vida no es lo que importa en esta ciudad de menos de un metro de espacio público por habitante. ¿Cómo podrían estar interesados en nuestro bienestar quienes aprueban las exportaciones de carbón desde muelles privados en la vía 40? Somos una ciudad insensible e insostenible, que vende al hermano por unas monedas y se roba el vuelto. Y más allá está el poder depredador del centralismo cachaco aliado con los traidores raizales de la comarca.

    Con aprecio, Jaime Lutsgartens

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