ESTADOS UNIDOS, HUYE "VICTORIOSAMENTE" DE AFGANISTÁN

Por favor señores no me vengan a decir de nuevo, que no se ha demostrado el poder de la suprema potencia bélica que jamás haya existido en la faz de este planeta que llamamos tierra. No señor, no hagan esos interludios y especifiquen esas supremas dudas, con referencia a aquellos que dictan las reglas y salen siempre ganadores. Ellos por Sécula Seculorum, van adelante... ellos blanden sus banderas y además siempre pavonean su garbo, llenos de alzamiento y de sordidez ante los demás. La moral que especifican es incontestable y fuera de eso, la acuñan con todo el séquito de tramas y colaboraciones con las cuales se arropan cuando llegan a un país que no es el de ellos. Ahora, desde otro punto de vista, no estoy diciendo de que sean cansones. ¡No!, lo que quiero aclarar acá es que como tales, el aparato bélico que manejan, se ha vuelto además de predecible, fácilmente franqueable. Los Talibanes se apoderaron de un número de armas entre tanques, artillería, munición y carros de combate en cantidades increíbles. Ya por demás está visto, con toda la amalgama de detalles que llegaron a ese país con el ánimo de imponer su orden y claro, era demasiado específico que esa imposición los conllevara a saciarse con todos los recursos disponibles, para de alguna forma financiar la guerra, o quizás hacer un efecto de congratulación con el poder a cargo, para decirle que la guerra automáticamente se estaba pagando (el cuarteo de mis labios sólo permite que me ría para adentro... kkk kkk kkk). 

No por favor, no insistan con esas parodias con relación a Vietnam, que ni la una ni la otra tienen que ver ni en lo más mínimo, con las pinturas con las cuales las podamos eternizar. Quizás la crisis de difusión que ellos están experimentando ahora, con sus "noticias" en todos los sentidos, tiende hacia una vertiente en las cuales no solamente no pueden explicar, qué es lo que está ocurriendo. En realidad, tampoco tienen hechos ni siquiera casuales, para poder fraguar una mentira. Como punto de referencia, recuerden que sus deportistas en muchos aspectos practican el doping a nivel aficionado y profesional de manera regular... y obviamente, a ellos nada les pasa porque esa "armadura moral" que presentan, siempre tiende a culpar a sus entrenadores o asistentes, pero no a la misma política estatal. Esas excusas quizás también parten los mismos marcos de referencia que ellos utilizan, para describir también todas esas correrías victoriosas, cuando salen huyendo de un país, muertos de la risa y con palpitaciones anales. Ellos dentro de sí mismo, exteriorizan sus aureolas estertóreas de intocables, o de no cometer ninguna clase de pecados, a sabiendas de que las mismas arcas de sus haciendas, poco a poco se quedan sin restos y la misma madera que las configuran, es sujeta del carcomido del comején voraz. Una derrota se hace más expansiva y tiene mayores implicaciones nefastas, precisamente en aquellas personas o instituciones, que primero no quieren reconocerla y segundo, que se precian de seguir vanagloriándose como victoriosos, demandando reconocimiento automático a sus socios. Uribe ya le ordenó a su marioneta, que les envíe un cable de felicitación. Los conflictos armados no se ganan con títulos de prensa y menos con escritores de clase pútrida, con verborragias desprestigiadas, que harán de titulados y veedores del orden mundial; creen que pueden establecer flujos de información o vertientes de desprestigios, que puedan acabar o fustigar a los otros. La información sirve pero solamente esa, la pertinente y la objetivamente necesaria. Lo demás es tinta estéril o polvos en seco.

¿Qué era Kabul?, ¿que era Kandahar?, en sí, ¿qué era Afganistán?... posiblemente para muchos de los analistas que estaban ligados de manera directa o indirecta con la guerra en ese país, lo más importante era preservar una permanencia a costos inimaginables para no hacer el ridículo, tal cual como los soviéticos lo realizaron a finales de los años 80. Correcto, eso podría ser una premisa y que en cierto sentido, podría tener algún grado de validez... pero no ser previsivos, no analizar debidamente la situacionalidad en la cual se encontraban y luego, con todos esos desparpajos, reconocer de que no esperaba que los Talibanes se apoderaran del país en una Guerra Relámpago, es más que risible. Ellos actúan de acuerdo a sus reglas y de sobra sabemos que no hacen nada contributivo detrás del caos. Es decir, invaden un país y simplemente tratan de hacer una sumatoria para convertirla después en una resta positiva, cuando sabemos de sobra que es el más simple  de los albures más grotescos. Si dentro de algún sentido queremos saber que podrán hacer los victoriosos cuando no sean la máxima potencia, referenciemos debidamente, lo que es la Gran Bretaña hoy día: un país inclinado, huidizo, con escaso margen de desempeño, con una prensa locuaz, pero al final y teniéndolo que reconocer, a pesar de su acerbo histórico, con una poquísima influencia en el concierto internacional. Es decir, la Gran Bretaña toma vigencia cuándo se pliega o se adosa a los Estados Unidos. ¿A quién se plegará en un futuro la máxima potencia de hoy?. O Dicho de otro modo, ¿a quién de las muchas otras hoy en día se está plegando?. 

De sobra sabemos que ellos no van a reconocer un ínfimo de su interferencia y por favor, no ponga en duda, que salir victorioso, significa gritar a los cuatro vientos que nada les pasó. Especialmente cuando se adentran en un país que no es ni de cuarto mundo. Sin embargo, miremos realmente lo que en términos de asertividad diplomática hacen otros países... por ahí hay dos potencias que ya se reunieron con los talibanes y a pesar de que este grupo es considerado como terrorista, acordaron términos de diálogos y uno de ellos configuró una reunión oficial de alto nivel. El canciller de la Unión Europea, el señor Borrell, reconoció que hay que hablar con los victoriosos, con los que están a cargo y por ende, con ellos se deben entablar las negociaciones a futuro, para concretar una especie de plataforma en la cual se dé la interactuación de las partes. No por favor, no hablen de trazas, no hablen de insinuaciones y menos de parecidos. Aquí nadie ha caído, aquí nadie se ha muerto, lo único que sí es claro es que precisamente las potencias empiezan a quebrarse internamente con sus propias mentiras, como torres gemelas de arena.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt