martes, 4 de enero de 2022

REDES CUÁNTICAS, LA CRIPTOGRAFÍA Y LAS RELACIONES...

REDES CUÁNTICAS, LA CRIPTOGRAFÍA Y LAS RELACIONES...

No hay absoluta confidencialidad en la transmisión de la información ni nunca la habrá. Las redes están hechas precisamente para eso: para inmiscuirse en su subjetividad, su individualidad y sus fueros internos. Somos objetos de uso y elementos de producción de beneficios. Exacto, puede parecer trivial pero esa es la estilística en las relaciones: la tendencia es inmiscuirse en nuestras internalidades, para proyectar factores de consumo y apropiación de artificios financieros y monetarios. Lo cierto es que nadie puede garantizar bajo ningún esquema la absoluta confidencialidad de las características intrínsecas de personas o instituciones. El solo hecho que sus claves residan en los portales de servicios de los diferentes oferentes, ese es el testimonio fidedigno que nos tienen bajo dominio. La redes cuánticas futuras también las manipularán.

Lo que pasa es que la disuación no son las claves ni su manejo criptográfico... el problema es por dónde transita la información y si esta es residida o no. No conozco ningún proveedor que cierre sus ojos para no ver sus claves. Lo cuántico seguirá siendo en lo ateniente al manejo, en absolutamente digital; es decir, captable y manipulable. La clave reside en que los paquetes de información, se circunscribirán a unidades (o bajas cantidades de electrones) y estos a su vez, pueden ser enmascarados de acuerdo a la condición de los mismos. Hoy lo hacen billones de ellos... por ende la intensidad de la información se reducirá y a futuro, las unidades de tratamiento, demandarán mucha menor energía. Para que concibamos algo, si ahora la miniturización de los chips está llegando a sus límites moleculares, la transmisión de datos seguirá en esa tendencia y por ende el cableado se reducirá (o no se necesitará). Ahí sí la información pasará por el aire o por cables delgadísimos. Los quátums son campos de probabilidad más o menos discretos, de acuerdo a la "intención" de su diseño. 

Sin embargo, la tendencia de dominio es la misma y hasta puede incrementarse, para ser más penetrante y abarcadora. Y obvio, el atractivo mercadotécnico residirá en que quien desarrolle ese haz de tecnología, no podrá ser captado por el digitalismo primigenio. Sin embargo, todo se nutre y todo se surte con lo expuesto. Y entonces... ¿qué es lo auténtico?. Simplemente en que no puede cambiarse la información. Por eso los canales abiertos son los más justos y por eso, cualquier tecnología abierta, sana y asimilable, va en pos de las mejores intenciones. El canal abierto y el secreto, es la más simple expresión de estados incongruentes. No por favor, no los confunda con contradictorios. Los canales cuánticos permitirán la agilización de los procesos absolutos de identificación personal (voto)... ahora, ¿si se imagina que todo esto resida en manos del registrador?. Ser truhán, robot o un registrador no pueden configurarse en lo mismo. Peor si desea aparecer como nulo o votar en blanco. Su deseo no será cuántico jamás.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

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