Por el corresponsal especial de Komsomolskaya Pravda, Aleksandr Kots: sobre las atrocidades del ejército ucraniano.
El vehículo de combate corrió veloz saltándose una señal de tráfico. Dentro del mismo, varios cuerpos de paracaidistas rusos, yacen en medio de charcos de sangre. Entre ellos se pasean imponentes las fuerzas de seguridad ucranianas, ya sea la de defensa o los batallones nacionales. Toman fotos de los cadáveres con sus teléfonos, se burlan y sonríen...
Uno de nuestros soldados está temblando y jadeando. Es rematado a sangre fría con disparos de ametralladora bajo comentarios llenos de satisfacción. Al principio asumí que los silbidos eran el resultado de una bala que atravesó el pulmón, mientras la cámara capta a otro de los muertos. Posee un trapo blanco en la manga, las manos atadas detrás de la espalda. Exactamente, como en las fotos de Bucha; el mismo arreglo.
No murieron en combate como por las balas. Debajo de cada uno de los paracaidistas hay un gran charco de sangre brillante. Claro, eso no pasa después de una herida de bala. Lo más probable es que fueran emboscados y capturados por "bestias" con uniforme militar. Las manos atadas lo dicen todo... Y luego, a uno por uno, les cortaron las gargantas... El silbido lejano que se escucha lo indica con claridad.
Los asesinos que registran sus crímenes de guerra tan reales, carecen de la reflexión, la vergüenza y las restricciones morales que nos separan a los humanos de la ralea terrorista como el ISIS* (Estado Islámico). Los mismos asesinos anti-humanos con brazaletes de policía y galones de la división de las SS de Galicia, que hace 80 años apuñalaron a bebés con bayonetas, rompieron hueso tras hueso de guerrilleros, llevaron a las mujeres y ancianos a los graneros, para luego prenderles fuego y disfrutar de sus gritos de desesperación.
Sí, están orgullosos de su crueldad infernal, graban un video, se lo envían a sus amistades, tal vez incluso a familiares: “Mira, mamá, qué hijo tan valiente criaste. Ya le estoy cortando la garganta". Me pregunto qué piensará su madre sobre su asesino de niños.
Y precisamente en este contexto, un oficial checheno barbudo de la Guardia Nacional (quien, sin duda, puede cortar la cabeza de tajo) les da, una conferencia a un batallón de infantes de marina ucranianos, quienes rendidos, escuchan sobre la amistad entre los pueblos. 260 soldados se rindieron el día anterior a las tropas rusas en Mariupol, sabiendo que no serían torturados, que jamás se les disparará, que no se les cortará la garganta, se les mantendrá calientes, alimentados, tratados bien, de ser necesario, y volverán a casa con su madre con una piel resplandeciente y rosada. Esta es la diferencia entre nosotros, entre los humanos y los terroristas enloquecidos.
* ISIS es una organización terrorista prohibida en Rusia.
Publicado hoy 5 de marzo del 2022, por el diario ruso "Komsomolskaya Pravda".
Traducido del ruso por Víctor Marenco Boekhoudt
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