viernes, 16 de septiembre de 2022

EL FUTURO DE LA IZQUIERDA EN COLOMBIA


Creo que la política se parece más a las apuestas que a los análisis de los probos. Usualmente, los modelos de gestión partidistas, obedecen a las referenciaciones que vengan de otros países, con actitudes y desaliños semejantes. Ante lo anterior, es mucho más factible que el tránsito de la derecha en Colombia tienda a imitar modelos “exitosos” puestos en el extranjero, que tratar de urdir su propia estrategia. Dicho de otra forma, estoy completamente convencido que las querencias de las derechas en Colombia seguirán insistiendo en las particularidades del miedo, el susto y la amenaza, para acceder de nuevo al poder. No descartemos que las tácticas de las mentiras o las verdades a medias, suelen ser también muy efectivas entre las personas que dicen ser analistas o aquellas que se consideran sabedoras. Todos tragamos de la sugestión o de la alarma…

Las derechas en Colombia en estos momentos pide a gritos adoptar “posiciones de compromiso” (senadora Cabal) como lo llaman, lo que puede ser interpretado de diferentes maneras. Ellos en pocas palabras, también necesitan referenciarse bajo la égida de un caudillo, el cual hasta el momento no aparece. El riesgo en ellos radica en un muy posible tránsito acelerado, hacia el extremismo en todas sus expresiones como hemos notado con tremenda insistencia, en sus expresiones en la redes sociales. Aunque no lo quieran reconocer, ya hay actitudes de retos y de acechanzas en muchas variantes, por ejemplo, en no renunciar de las sedes diplomáticas otorgadas por encargo o por otra, en mantenerse en los nombramientos locales, regalados a dedo y amparados por la Fiscalía, que todavía manejan. Quizás sea este decir: “aquí estamos y hagan ustedes lo que quieran”, pero también es la refrendación de la respuesta que los apoyadores de Trump dieron, luego de perder las elecciones en los EEUU, se salieron de las camisas y se tomaron el Congreso… Steve Bannon estaba de plácemes cuando la turba de la derecha extrema, optó por ocupar el hemiciclo sin oposición alguna. ¿Acaso recuerdan sus motivaciones?. El estado “profundo”, si ese… el de la mano larga y brazos extensos, los “pedófilos” que se llevarían a las crías por delante y los “climatistas” recalenturientos, dando al traste todos sus negocios.

 

Allá en Chile está Kast que se ungió como el contrincante de Boric, mientras aquí en Colombia, Uribe dejó de trinar y espera el espacio-tiempo para maquinar sus redes. Si mucho tiempo atrás, se ha dicho que la izquierda nunca había estado en el poder en Colombia, pues considero que lo más peligroso es que la extrema derecha de aquí, jamás había sido desplazada del mismo, que lo conoce tan bien. ¿Notan la contraposición silogística?. Claro que en el fondo, tiene una característica inercial en su diario quehacer político, que perdieron, pero de nuevo, en contrarespuesta, es imposible quedarse de brazos cruzados, mientras cosen, cuecen y urden sus estratagemas a cielo abierto. Estar en democracia no significa dejar de hacer inteligencia, como en cualquier estado, que defiende sus preceptos y sus instituciones. Dicen que los extremos son malos, pero guardan silencio cuando no se atreven a caracterizar los extremismos de la derecha, que siempre han sido nefastos cuando tienen lugar.

 

Vale la pena entonces estar atentos a las redes y en especial al guasap, ya que con sus mensajes subliminales, marcan la ruta y trazan los acosos a falta de auditoría. Como en los chats de egresados del colegio San José de Barranquilla, no hay ninguno que produzca: todos son “parlantes” repetidores de memes, de pantallazos y de consignas extremistas producidas en Antioquia. No tienen atisbos para crear las propias, se jactan de esparcirlas a todos los vientos y caen en sus trampas jajaja, a veces agarran unas de “izquierda” y las ponen como propias para el hazmerreír de todos. Lo cual, al fin y al cabo denota el mayor peligro: son uno o dos que las generan, con un ejército de “miopes” sabiondos que no saben lo que postean. En fin, el caos, el desorden o una marcha siempre le sirve a quienes no están al mando. Están detrás de una protesta y el lado flaco son los más endebles: los niños y el ataque a sus inocencias. Por tanto, no se extrañen si difundirán alguna mala sobre ellos, o que digan como en Chile, que la nueva constitución “nos va a quitar las casas”. Las redes están, para bien o para mal, pero ahí están y la pérdida de las propuestas, de las iniciativas, del sentido benefactor, será siempre lo peor. No se caudillisen… eso es lo mejor, pero tampoco se apendejen.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

 

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