viernes, 3 de febrero de 2023

LA CONFRONTACIÓN ABIERTA ENTRE LA OTAN Y RUSIA

 

 ¿Qué es lo que desea la OTAN, ahora mismo como figura central dentro de lo que significa la disposición en occidente?. Sin duda esa es la pregunta que todo saben cuál es el resultado pero que pocos se atreven a responder. Esta operación especial no se va a resolver con la colisión de los tanques de bando yo bando. Tampoco Rusia va a apelar al arrasamiento de las grandes ciudades rusas, con el fin de concretar una victoria rápida; hay muchos ucranianos con ciudadanía rusa, que les preocupa en sobremanera, la condición posconflicto en su querido país. Esto es natural y entendible para todas las personas y aunque parezca contradictorio, muchos de ellos ocupan posiciones importantes en la esfera de tomas de decisiones con relación al conflicto. Varios ucranianos nativos son generales de alto rango del ejército ruso y muchos de los asistentes del presidente Putin, que le hablan al oído, son también ucranianos de raigambre

La envidia de Europa siempre ha sido la base de recursos de diversas índoles que posee Rusia en su vasto territorio. No tanto es la extensión del país que como tal, también es definitiva y ejerce un grandísimo poder de atracción, pero por lo demás, Rusia es el vínculo de Unión natural entre Asia y Europa occidental (casi nada). En la imaginería de los países europeos occidentales, existen diversas interpretaciones acerca de cómo manejar Rusia, como ella puede servir para los intereses europeos y estadounidenses, y cómo puede ser ese gran país ajustado, con relación a los intereses anglosajones. No hablemos de cifras porque Rusia tiene en recursos minerales energéticos y polimetálicos, todas las fuentes probables y certificadas de una gran cantidad de provisión radicalmente importante, para un desarrollo económico ajustado, a los estándares actuales de un capitalismo anti-atmosférico, envenenador y absorbente.

Como en lo que llamamos "occidente", hoy día, añoran los tiempos de Yeltsin y de lo fácil que era manejar a ese ruso, a sus inversiones y al alto nivel del rentismo, que generaba cualquier dinero que se invirtiese en la Rusia transicional y altamente corrupta de esa época. Lo más probable, en caso de que ganen el conflicto, es convertir a la extensa Rusia, en un entregador de materiales, energías y mano de obra barata, que sirva a los intereses de los países que conforman la OTAN y a aquellos que se adhieran a su directriz de mando.

Y por supuesto, no solamente es que Rusia tenga abundantes armas nucleares, como tampoco posea un ejército entrenado y respaldado por una extensa inteligencia, al interior y al exterior del país, no, y lo que tratamos de dar a entender es que los rusos en términos de comportamiento defensivo, con relación a sus tierras y ente nacional, tienen una tradición, historia y experiencia que no pueden ser descreditadas. Putin siempre ha bregado por ser amigo de la OTAN y de las pautas occidentales, de sus vecinos en la Europa actual. Al tiempo que le han negado esa oportunidad, siempre le han puesto de presente trazas certeras para envenenarle el país y llevarla una debacle de cualguier índole.

Los rusos no son ilusos; los rusos son ajedrecistas y bastante bien referenciados con relación a los entornos y a los peligros que los acechan. Aquí no ha bastado destruir un país a sabiendas, como en Ucrania sucede, que la gran mayoría de sus gobernantes son fieles a las ideas nazistas y racistas, instigadas contra los rusos étnicos, que en más de once millones de habitantes, poblaron las estepas y la geografía ucraniana, cuándo convivían como hermanos. Allí está el rubicón nuclear. Cualquiera de las partes amenazadas lo hará valer; nunca los ucranianos que están sin armas y furibundos en su nazismo semental. ¿Qué hay que hacer?, ¿Cómo esto se solucionará?, ¿quién tiene la varita mágica?. No hay respuestas sino apuestas y una pléyade de insapientes dando consejos, cuando ni conocen su cultura, ni ha vivido por allá, como tampoco han escuchado sus cuitas. Es obvio, para ejercer la guerra no hay determinismos ambientales, ni restricciones de emanación de gases, radiación o explosiones. El todo vale es el sello de ese antropogenismo que nos lleva a un cadalso total, donde la implicación de todos, sera el sello de nuestro exterminio. 

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

Febrero 3 del 2023

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