jueves, 1 de abril de 2021

LAS CONSECUENCIAS DE LA TERCERA OLA EN BARRANQUILLA

No son olas, porque no hemos llegado a cero; son picos o crestas de este oleaje de muertos que estamos padeciendo en Barranquilla, desde hace más de un año y no paramos el conteo todavía... El tercer pico llegó con más fuerza... Lo que más me ha impresionado, es la angustia y el miedo expresos en los chats de los trabajadores de la salud (médicos, enfermeros, odontólogos y otros...), por el impacto de las muertes de cuatro de sus compañeros, a pesar que varios de ellos estaban vacunados. Ver recetándose Cloroquina o Invermectina, como alternativas de tratamiento, cuando esas medicinas han sido descartadas hasta por las entidades mundiales de salud más respetables, causa cierta desazón y excesivo desconcierto. ¿Qué nos ocurre?, ¿a dónde vamos?.

    Personal médico en proceso de vacunación

Un secretario distrital que no reconoce la gravedad de la situación, que no se atreve a solucionar el colapso de las UCI, una vocería dada a secretarios de prensa que sueñan parafrasear la tal asamblea del BID, un alcalde que impulsa con más bravura la campaña presidencial del anterior, que la lucha por nuestra buena salud. Es decir, un desbarajuste total... El pico los (nos) tomó desprevenidos... A todo esto hay que hallarle una solución que no aparece. ¿Cómo?.

La campaña de vacunación ha sido un fracaso por lo inoperante, intermitente y lenta. El programa diario presidencial, es un dédalo ablucionado con agua bendita. Entiéndase que no ando con la imprecación de hacer el llamado al desastre, pero es que estamos muy cerca de él. Más reconocemos al mediocre en las honduras del oleaje que en el pico del mismo. Esos subterfugios taimados, cuando toda la culpa la vierten sobre la población al catalogarla de descuidada, mientras propiciamos políticas para abrir los cielos del país, hacer asambleas, desplegar las Olímpicas, traer al personal gringo a las minas de Drummond, son digresiones de las más alevosas y malintencionadas. Decir que la solución depende de la distancia, la máscara y el lavado de manos de cada uno de los ciudadanos, es lo más insensible que pueda proyectarse.

La vacunación no ha sido la solución para Chile y por eso hay que clarificar cuáles son las alternativas que debemos manejar. El chileno de por aquí (Jorge Cura), ese verdadero secretario de prensa, se ceba con la población y avieso los mancha. Esta crisis duele no por lo larga, sino por la cantidad de incompetentes que la manejan a su antojo, como si nos untaran con miasmas enteógenas. Las cepas se pasean muertas de la risa llevándose los nuestros, mientras nosotros cargando los cajones, soñamos con un presidente...

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt 

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