martes, 20 de abril de 2021

DE MUTACIONES, ESTRATEGIAS Y OTRAS VARIANZAS...

De sobra sabemos que el Covid-Sars-2 llegó para quedarse y mutar entre nosotros. El desconsuelo nuestro es que a pesar de su futuro desempeño, en Colombia y en Barranquilla, le darán el mismo manejo que al momento, apriorísticamente le dan: dicen hacer mucho, mojan prensa y al final, no hacen ni se ven los resultados. No hay estudios, sólo recuentos macroestadísticos; no hay soluciones sino conteo de cadáveres; no existen alternativas ya que la válida es la tributaria, que parte del exabrupto de que salvando a las empresas, todos sobreviviremos. Pues no es así ya que el virus no responde a esos plagiarismos. Preparémonos para las vacunas cada año, sigámonos cuidando mientras los fondos de pensiones sacan cuentas exultantes con sus moribundos clientes. Ya es sabido que el acaparamiento de vacunas responde a la alta mutación del virus en Inglaterra, África y Brasil (hasta Colombia en el futuro) y los nombres tendrán denominaciones de moda y se extinquirán a su uso, mientras se desvanecen al aparecer otras variantes, quizá más letales. No son cuentas alegres; es la realidad de esta virulencia pálpita auscultada por una mediocridad que raya en la medianía de la mitad del medio (y todos contentos). Es posible que la nueva teoría económica se reajuste a estas divergencias y entonces, como los paramilitares de Majagual, el virus mutado en su novedad ataque a unos y a otros no, en vista de la "vacuna" pagada y explícita. Es y será asi...

Todos los días batimos guarismos por muertos. Normalísimo... Poco a poco, los productores de los preparados pondrán en las cajitas, las fechas de la revacunación probable. Vendrán ingleses a vendernos frascos pretéritos de la Astrazeneca como la de Juanburgo, que curará la bien llamada cepa "Caribe". No se exeptúe por favor. Mientras la desinformación cunde y Usted se llena de piedad al ver a una gobernadora en muletas que reparte santigüaciones a diestra y siniestra, un alcalde mustio e ignoto y un presidente ataviado por su incongruencia, no gaste velas: los sepelios de abajo, de la gente sencilla, de toda Barranquilla, marchan en desparpajo, y esto yo lo barajo con toda resignación, no hay consideración, ante tamaño dolor, cunde el estupor, y la mala administración. Exacto: el pánico también produce réditos... Por eso a los certificadores de vacunas no les importa si unos pocos mueren de trombos, de trombas o de "plomonía". Esa es la fría y ocre numeralidad estadística del que escribe la historia.

Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

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