martes, 4 de abril de 2023

EL MEJOR DE LA CANCHA, LA AFICIÓN, LA NÚMERO 12...

Por Víctor Hugo Marenco Boekhoudt

¿Si logran descifrar los gritos del video?. Yo les ayudo, porque yo si voy al estadio y lo seguiré haciendo. El cántico dice: "JUGADORES, LA PUTA DE SU MADRE, A VER SI PONEN HUEVOS, Y SALEN A GANAR". Al inicio el Junior salió con toda, flanqueaban, centraban, no la metían y como vela en el cumbión se ivan apagando. La hinchada presionó, prendió las bengalas y el árbitro, a la mitad del primer tiempo, paró el partido para que los gases de la pólvora se diluyeran. Es que no se aguanta más digresiones ni tardanzas, cada período hebdómano. ¡O ganan o ganan y ayer lo hicieron!. ¿La figura de la cancha?, pues nosotros, la afición, la hinchada, la que no aguanta más perrateo...

Es que cansa y fastidia tener el dominio y no ver los resultados. Los tiros de media distancia de Sierra y de Hinestroza fallidos; por lo menos si pasaran cerca de los palos pero nada, dignos de despegues coheteriles. Así era la gritería y la presión, que hasta al Chunga le apareció vaselina en sus botines. Anduesa no va bien al cabezazo, es errático cuando lo hace y en los tiros de esquina, en cualquiera de los arcos, no se le ve ni mando ni supremacía... Aquí sabemos de fútbol y jamás había visto órdenes de exigencia de estos tenores, con otro cántico a este estilo: "QUE SE VAYAN TODOS, QUE NO QUEDE UNO"... Y así póngale lo que sea en sucesivas, por ejemplo: "QUE SE QUEDE EL JUANFER, SI NO QUIEREN GANAR". No se puede mostrar cansancio, dejarse contragolpear tan fácil ni perder la iniciativa. O sea, no nos guardamos nada por muchas razones, pero sin duda se resalta quizá la mayor de todas, empujar porque esto es nuestra esencia, nuestra identidad y la expresión de una región, un pueblo detrás de si mismo. Es más que un sentimiento, algo que no tiene definición alguna: ¡ES JUNIOR!. Así se fueron los jugadores al descanso y el mensaje les caló hasta los huesos. 

No pretendo hacer un recuento de partido de esos flácidos y someros ya que para eso, están los periodistuchos prepagos adscritos a los heráldicos, a los libertoides y a toda esa plaga de medios mediocres. Lo que resalto es el papel de los que a pesar de estar el torneo en estos estertóres, compramos la boleta, el bono y seguimos apoyando y demandano como nunca había pasado en la historia del Junior. Nos descorazonamos con eso de que el equipo juega bien (¿Y qué?), corre y la suda (¿Mete goles?, no nada...), hilvana jugadas (pero hasta un equipo con nueve, le quita la pelota en mitad de cancha). El colmo, un comentario de un periodista de Emisora Atlántico después del partido, diciendo que los jugadores del Junior terminaron con mejor condición física que los del Alianza (que tenía 9 jugadores). Respeten carajo... Respeten que aquí sabemos observar y no acatamos sus mandados y sus recetas "charúas"

En fin, nos marchamos alegres con una victoria (correcto, muy cierto), pero preocupados porque así era el susto existencial de los jugadores, que prefirieron amarrar el resultado, 1 a 0, contra un equipo sustraído y no hacerles otro gol, como queríamos. Lo que es el resultadismo, o quizá ese miedo escénico a que nos metan otro más a final de tiempo, como nos tienen acostumbrados por años. Los pusimos a correr, les gritamos, se llevaron su puteada, los hicimos revalorarce, les paramos el partido, demandamos un segundo gol al final y ahora dígame usted de una vez por todas, seriamente: ¿Quién fue el jugador de la cancha?.

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